En esta condición personal, el diagnóstico precoz, y el abordaje temprano son sinónimos de mejor evolución. Para ello debemos partir de un diagnóstico certero, y si es necesario llevar adelante un tratamiento personalizado y planificado. El individuo, sus padres, su familia y su equipo tratante, deben formar parte de una red coordinada de aportes centrada en la persona autista.
No hay cura para el trastorno del espectro autista, y no existe un tratamiento único para todos los pacientes. El objetivo del tratamiento es maximizar la capacidad de la persona autista para desempeñarse, al reducir los síntomas, y respaldar el desarrollo y el aprendizaje, detectando y potenciando sus habilidades y fortalezas.
Vigilar un desarrollo saludable significa prestar atención no solo a los síntomas relacionados con el TEA sino también a la salud física y mental de la persona en general.
Tipos de tratamiento
• Enfoques en torno al comportamiento y la comunicación
• Abordaje basado en el desarrollo las diferencias individuales, y las relaciones interpersonales (DIR, por sus siglas en inglés o floortime)
• Terapia ocupacional
Enseñamos destrezas que ayudan a la persona a vivir de la manera más independiente posible. Estas destrezas pueden incluir vestirse, comer, bañarse, y relacionarse con las personas.
• Terapia de integración sensorial
Se trata de un método, que ayuda a la persona a lidiar con la información sensorial, como lo que ve, escucha y huele. La terapia de integración sensorial puede ayudar al paciente al que le molestan ciertos sonidos, o que no quiere que lo toquen, o al que no integra las variables naturales de luces y sombras, etc.
• Terapia del habla
Este enfoque terapéutico ayuda a mejorar las destrezas de comunicación verbal de una persona. Algunas personas pueden aprender destrezas de comunicación verbal que sean a medida, y a las que acceda. Para otras, el uso de gestos o paneles con imágenes es más realista.
• Enfoques en torno a la alimentación
• Medicamentos